Langostinos de gala, crujiente de marisco.

Os proponemos un aperitivo muy sencillo elaborado con langostinos y pasta kataifi o kadaif, según el país de procedencia. La elaboración de esta especie de fideo originario del medio oriente se realiza en caliente, al contrario que la pasta italiana, dejando caer hilos finos de pasta de harina y agua sobre una superficie giratoria a alta temperatura. Al secarse forman hebras largas de una textura crujiente y fina que pueden emplearse tanto para envolver rellenos dulces como salados. Nosotras la hemos empleado en esta ocasión para vestir unos langostinos, consiguiendo una cobertura crujiente, suave y delicada al paladar. Si los acompañáis con una espuma de queso parmesano, seguro que sorprenderéis a vuestros invitados.

INGREDIENTES

16 langostinos

1 clara de huevo

pasta kataifi

sal

aceite de oliva

Espuma de queso parmesano (sifón de 500 ml)

300 ml de leche

100 ml de nata

200 g de parmesano

1 g sal

1 g pimienta

ELABORACIÓN de la espuma

01 Rallamos el queso parmesano.

02 Calentamos la leche y añadimos el queso.

03 Retiramos del fuego y dejamos reposar hasta que se enfríe.

04 Colamos. Sazonamos con sal y pimienta.

05 Colamos la crema de queso y la introducimos en el sifón, es conveniente tenerlo en la nevera durante una hora.

06 Enroscamos 1 cápsula apropiada para el sifón y agitamos enérgicamente.

ELABORACIÓN de los langostinos

01 Sacamos la pasta Kataifi de la nevera media hora antes de utilizarla para poder manejarla mejor.

02 Salpimentamos los langostinos.

03 Separamos la clara de la yema del huevo.

04 Pasamos los langostinos por la clara batida.

05 Rebozamos cada langostino con la pasta Kataifi y apretamos con la mano.

06 Podemos hornearlos o freírlos.

Si optamos por cocinarlos al horno: hidratamos la pasta kataifi y pincelamos los langostinos con mantequilla para que adquirirán un color dorado. Horneamos durante 10 minutos a 200ºC.

Si decidimos freírlos tan solo necesitamos una sartén con abundante aceite caliente. Los retiramos cuando estén ligeramente dorados y escurrimos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.