Rollitos de salmón y pimiento, tres texturas y colores empaquetados.

Ya os hemos comentado, nuestra predilección por los alimentos que se elaboran con envoltorio. Como veis nos decantamos por la comida objetual, que tiene en cuenta cierto misterio cuando vas a comerla. La combinación de texturas de esta receta es asombrosa, el crujiente de la pasta brick envuelve a la textura carnosa y semi crujiente del pimiento que a su vez rodea la rosada, blandita y grasa (saludable) carne del salmón.

INGREDIENTES (PARA 4 PERSONAS)

600 g lomos de salmón

4 pimientos verdes

4 láminas de pasta brick

salsa de tomate

aceite de oliva

pimienta negra

sal

Elaboración

01 Lavamos los pimientos, les quitamos el rabo y retiramos las semillas. Los cocemos con bastante agua con un poco de sal alrededor de 20 minutos, dependerá del grosor y tamaño, deben de quedar tiernos pero debemos intentar que no se rompan. Dejamos templar y los pelamos con cuidado, con un cuchillo los abrimos de un solo corte y reservamos.

02 Cortamos el salmón en cuatro trozos, nosotras preferimos que queden pedazos alargados pero los podéis hacer al gusto, según la idea de empaquetado que hayáis pensado. Salpimentamos cada uno de las cuatro porciones de salmón y envolvemos con cada pimiento verde pelado.

03 Colocamos el salmón envuelto en el centro de la lámina de pasta brick y enrollamos haciendo un rollito. Los colocamos en un recipiente y horneamos a 200ºC durante 15 minutos. Controlando el horno, el brick debe quedar dorado y el salmón en su punto.

04 Calentamos la salsa de tomate.

05 Acompañamos cada uno de los rollitos con la salsa.