Focaccia, pan italiano al que no le hace falta compañía.

Con este tipo de pan no funciona el refrán español, “pan con pan comida de tontos”. Cerca de casa hay un establecimiento donde preparan comida italiana para llevar, a mi chico se le van los ojos cada vez que pasamos por su escaparate, la focaccia que venden es exquisita. Me planteó el reto de prepararla, y pensé que con la ayuda de una pequeña panificadora no tendría porque resultar tan complicado. !Os animo¡ merece la pena el esfuerzo, puedes preparar una cena a base de pan. La focaccia es un pan tradicional italiano. Pan plano cubierto con hierbas y otros productos. Y que generalmente se aliña con aceite de oliva y sal gruesa, aromatizándola con hierbas como el romero. Algunas versiones llevan cebolla y permiten infinitas combinaciones. La masa de la focaccia es similar, en estilo, a la de la pizza, y consiste en harina con alto contenido de gluten, aceite, agua, azúcar, sal y levadura. El único consejo que os doy es que tengáis paciencia entre paso y paso, hay que esperar alguna que otra hora. Si habéis pensado comerla para cenar tenéis que poneros con las manos en la masa después del cafetito de la comida.

Pastel de cocido, un plato de nuestras abuelas, una receta de comida sostenible.

La tradición de reutilizar los restos de comida da como resultado platos exquisitos. En nuestras casas, las abuelas y madres han practicado esta cocina sostenible que forma parte de nuestra cultura gastronómica. A partir de nuestro recuerdo, intentamos combinar dos pasteles que cocinaban nuestra abuela materna y paterna. Utilizando la masa quebrada para la parte inferior y la pasta filo para la parte superior de la tarta, evocando de alguna manera los pasteles hojaldrados murcianos. Por supuesto, salvando las distancias, para nosotras los pasteles murcianos de carne son los mejores pasteles del mundo.